El cáncer de piel es una enfermedad con una incidencia alarmante. Cada año, se diagnostican más de 5 millones de casos en todo el mundo y, según las estimaciones, esta cifra sigue aumentando. Aunque la mayoría de los casos son tratables y curables, el cáncer de piel sigue siendo una de las principales causas de muerte por cáncer. Por eso, es importante conocer los diferentes tratamientos disponibles para combatir esta enfermedad.
En este artículo, vamos a hablar de los tratamientos para el cáncer de piel, desde los más comunes hasta los más avanzados. Te contaremos cómo funcionan, cuáles son sus efectos secundarios y en qué casos son más recomendables. Así, podrás estar informado y tomar decisiones informadas sobre tu tratamiento.
Tratamientos para el cáncer de piel: Terapia tópica
La terapia tópica es un tratamiento que se aplica directamente en la piel. Se utiliza para tratar tumores pequeños y poco invasivos, como el carcinoma basocelular y el carcinoma espinocelular. La terapia tópica puede ser en forma de crema, pomada o gel y funciona mediante la aplicación de una sustancia en la piel que mata las células cancerosas.
Entre las terapias tópicas más comunes se encuentran la imiquimod, el 5-fluorouracilo y el dicloroacetato de sodio. Estos tratamientos pueden tener efectos secundarios como enrojecimiento, irritación y picazón en la piel, pero en general son bien tolerados.
Tratamientos para el cáncer de piel: Crioterapia
La crioterapia es un tratamiento que utiliza frío extremo para destruir las células cancerosas. Se utiliza para tratar tumores pequeños y poco invasivos como el carcinoma basocelular y el carcinoma espinocelular. En la crioterapia, el dermatólogo aplica nitrógeno líquido para congelar el tumor y eventualmente lo elimina.
Este proceso se repite según la extensión del cáncer mejorando la extirpación en cada reiteración. La crioterapia puede tener efectos secundarios como dolor, hinchazón, ampollas y cicatrices.
Tratamientos para el cáncer de piel: Terapia fotodinámica
La terapia fotodinámica es un tratamiento que utiliza luz y ciertos medicamentos para matar las células cancerosas. Se utiliza para tratar el carcinoma basocelular y el carcinoma espinocelular. En esta terapia, el dermatólogo aplica un medicamento fotosensible en la piel y luego lo expone a una luz especial que destruye las células cancerosas.
La terapia fotodinámica puede tener efectos secundarios como enrojecimiento, inflamación, ampollas, y descamación de la piel. Estos efectos secundarios son temporales y desaparecen después de unas pocas semanas.
Tratamientos para el cáncer de piel: Terapia dirigida
La terapia dirigida es un tratamiento que utiliza medicamentos que atacan específicamente las células cancerosas y bloquean su crecimiento. Se utiliza para tratar el melanoma, una forma agresiva de cáncer de piel.
En la actualidad, tenemos diversas proteinas capaces de barrer las células cancerosas de las capas mñas profundas de la piel. Estas terapias se administran oralmente y a menudo causan pocos efectos secundarios.
Tratamientos para el cáncer de piel: Radioterapia
La radioterapia es un tratamiento que utiliza radiación para matar las células cancerosas. Se utiliza para tratar tumores más grandes o que se han extendido a otros órganos. Aunque es menos común en cáncer de piel que en otros tipos de cáncer, la radioterapia sigue siendo un opción en algunos casos.
La radioterapia puede tener efectos secundarios, como fatiga, enrojecimiento y descamación de la piel, pero por lo general se tolera bien. La radioterapia suele ser un tratamiento de último recurso.
Tratamientos para el cáncer de piel: Cirugía
La cirugía es un tratamiento que se utiliza para extirpar el cáncer de piel. Dependiendo de la extensión del tumor, la cirugía puede ser ambulatoria, es decir, se realiza en unos momentos, o más invasiva, requiriendo hospitalización. Si son lesiones pequeñas y profundas se utiliza con gran frecuencia la cirugía micrográfica (método Mohs). En este método, el dermatólogo corta el tumor capa por capa, verificando en cada capa extirpada que no hay restos de células cancerosas.
La cirugía puede tener efectos secundarios como dolor, inflamación y cicatrices, pero es uno de los tratamientos que garantizan eliminar al 100% el cáncer en la zona afectada. La recuperación suele ser rápida en relación a otro tipo de intervenciones quirúrgicas.
Conclusiones
Como puede verse, hay una variedad de tratamientos disponibles para el cáncer de piel. La elección del tratamiento adecuado depende en gran medida del tipo y la extensión del tumor.
Siempre recomiendo a mis pacientes que se informen bien sobre los diferentes tratamientos y que hablen con su dermatólogo para tomar una decisión informada. Recordar además la importancia de la prevención, a través de una buena protección solar aunado al autoexamen regular de nuestra piel.
Una detección temprana es fundamental para poder aplicar tratamientos oportunos y efectivos. El cáncer de piel es una enfermedad que preocupa diariamente a los dermatólogos, por lo que debemos estar siempre atentos y conscientes de la procedencia de las lesiones cutáneas para poder actuar de manera oportuna.